Decir que falta un día es una manera de decir. Son horas. Y no puedo creer lo que estoy viviendo. Simplemente no puedo creer que esto me esté ocurriendo a mi. En este momento está cayendo la nevada más fuerte de la que tengo memoria. Salí de la charla técnica sin saber si podría subir hasta mi casa. Llegúé a mi casa sin saber si mañana podré salir de aqui. No estoy exagerando. Se está acumulando mucha nieve y el nueve, que es un fierro, tampoco tiene superpoderes. Con esto quiero decir que, cerrando ya este blog, no puedo asegurarles que largo la carrera. Las fuerzas que gobiernan la naturaleza son misteriosas. Y esta nieve, queridos amigos, puede modificar el destino de los hombres.
El día de hoy fue distinto a cualquier otro día de mi vida. Por la mañana la rutina laboral no se modificó. Pero desde el momento en que empecé a armar las bolsas para los parques cerrados mi cuerpo comenzó a sentir la vida de una cierta manera particular. Una sensación que si se quiere se podría comparar con la que se nos aparece cuando estamos preparando las maletas para un viaje. Así estaban dispuestas sobre la mesa las distintas cosas que voy a usar mañana. Las preparé, las revisé, y bajamos a buscar a mi viejo. Nos abrazamos con el cariño de siempre en la terminal y comenzó el periplo pre-tetra. Fuimos directo a lo de mi entrenador. Cargamos el bote. Fuimos a la costa. Lo depositamos en el lugar indicado. Fuimos a buscar la bici a lo de Papichulo. Estaba impecable, reluciente. Abrazo con Papichulo. Dejamos la bici en lo de mi entrenador. Salimos a ponerle cera a los esquiés. En lo de mi querido amigo Nacho Piccone. Me los enceró como a un profesional. Y me prestó una botas de esqui que vuelan. Aún no estoy seguro de usarlas mañanas. Sería una apuesta un tanto osada ya que no las he probado. Pero vuelan. Pasamos por las oficinas de Nieve del Chapelco para que Jose saque su pase de peatón para acompañarme hasta la largada. Y compramos dos entradas para la fiesta de premiación. Volvimos a lo de mi entrenador. Faltaban minutos para la charla técnica. Olivia cansada, Male cansada, Adri cansada. Jose, después de todo el viaje, cansado. Decidimos subir a casa y luego bajar a la charla. Y la nevada, justo en ese momento, se soltó. Como quien abra las puertas del cielo y deja caer toneladas de bolitas de telgopor. Ya a esa hora pensé que no subía. Pero subimos. Pensé que no bajaba, pero bajé. Escuché la charla técnica, retire la pechera Número 120, una hermosa caramagnola (no tan linda como la del vino San Felipe, claro), y salí corriendo para intentar volver a casa. La nieve era una cosa de locos. Y avancé poco a poco. Subir los caracoles del Lolog me costó más que cualquiera de las veces que los subí en bici durante el entrenamiento. Y la subida de sinclair, toda blanca, era un tobogán espeluznante. Pero poco a poco, con mi querido Renault (que lo quiero tanto como a una bici) subimos la barranca. Y la satisfacción tuvo algún parecido con la que sentí la primera vez que lo subí pedaleando. Las últimas tres cuadras hasta casa fueron las más difíciles. Mucha nieve. Pero cuando digo mucha, quiero decir mucha. Y supe que mi auto ya no podría salir. Y pensé en la posibilidad de no poder largar. Y pensé en si sería posible que toda esta aventura tuviera un final tan inesperado. Sin largar, por estar cercado por la nieve. Y al entrar a casa me dice adri que esta fer en el téléfono. Pensé que para desearme suerte. "A las siete estoy ahi", me dice. "¿Qué?..." "Que a las siete estoy ahí. Yo te voy a buscar". Y me emocioné. Me quebré. Y supe que esta locura, como dijo mi entrenador en su primer comentario, no tiene límites. Y acepté, claro. Porque no tengo opción. Porque a todo esto hay que darle la seriedad que merece todo juego. Porque jugar es la mejor manera de aprender. Y porque cuando uno juega en serio, es feliz. Y cuando uno propone a otros jugar, la amistad es la más auténtica. Y reaparece el asombro, la maravilla, la alegría y tantas otras cosas. Y uno comprende la importancia de respetar las reglas y a tomarse el juego en serio. Porque, repito, todo juego es un asunto extremadamente serio. Así las cosas, gracias a todos los que aceptaron jugar a esto de correr el Tetra. Y mañana, a disfrutar. Que... ¡el que llega último, es cola de perro!
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¡Vamos Lolo!
ResponderEliminar¡Vamos el 120!
La Fuerza está contigo!!!
Y Muñe, y la abuela Juana, y tus hermanas y hermanos, tus cuñadas y cuñados, tus sobrinas y sobrinos, tus amigas y amigos, los aliados y los enemigos, los de aca y los de alla, los de Argentina y los de Venezuela, todos, todos, todos estamos con vos!!!
Y como dijo el gran Jose:
¡Hasta la Victoria, siempre!
Un abrazo enorme
Los de Bariloche
Qué fierro el Renaulito!!!
ResponderEliminarUn gauchito
Lolo mucha suerte en tu aventura. Sabemos que vas a lograr este objetivo y con bastante sobra.
ResponderEliminarAgradecele al Archi haber motivado al atleta que llevas adentro.
Sin conocerlo, puedo intuir que siempre supo que podias llegar, solo que necesitabas su empuje para convencerte y lograrlo.
Desde Tigre vamos a estar apoyandote.
Un abrazo, el Cabeza, Eleo y flia.
Desde Barcelona, con un calor infernal. Con nieve no, sino espejismos del sol que da en las calles y la gente suda y suda sólo de caminar....Te mando un poquito de calor a ver si puedes salir de casa a largar la carrera...Un abrazo, Marisela
ResponderEliminarBueno , se esta corriendo en este momento el tetra, yo queria escribir durante la prueba, el ultimo comentario que esrciba en este blog, quiere desarle a Lucas, TODA LA SUERTE DEL MUNDO , en esta prueba, una prueba de hech muy dificil, y obviamente, sabes el tiempo que se estuvo preparando para correrla, a quienes amamos el deporte y hemos corrido carreras cualquiera sea, sabemos lo que es la alegria de llegar a la meta, no tiene comparacion, espero obviamente ser yo quien tenga que pagar el asado, porque asi sera la fiesta, no lo podria ser de otra manera, confio en que va a llegar enterito y muy cansado, pero la llegada va a ser para el un momento que nunca va a olvidar, aunque corra otros tetras, no seran como este.
ResponderEliminarLes agradezco mucho al entrenador, y mucho a Mister T el hombre cronometro, todo el aoyo que le dieron, y a todos los corredores,GONZA GUADA TOMAS EL TANO TRUCHO, Y TODOS LOS QUE CORREN
MUCHA SUERTE DISFRUTEN ESTE DIA
(lamentablemente estoy enfermo, y no podre ir a la llegada)
LUCAS:
ResponderEliminarESTAMOS súper felices DE TODOS TUS LOGROS Y NOS SUMAMOS A TU ALEGRIA, REALMENTE ME DAS LAS FUERZA Y EL ALIENTO PARA ENTRARLE AL DEPORTE PROMETO QUE LO ARE.
y AL archi LE DIGO: QUE REALMENTE UN AMIGO TE EMPUJA Y TE HACE SACAR LO MEJOR DE VOS. SUPISTE ARCHI POTENCIAR A LUCA PARA QUE HOY VIVA LO QUE ESTA VIVIENDO ,QUE LINDO TENER AMIGOS ASI. FELICITACIONES.
QUE TE MEJORES ARCHI.
ADRI:TE FELICITO POR TODO TU AGUANTE Y AHORA VAMOS NOSOTRAS QUE SI SE PUEDE MIERDA CARAJO. O NO ES ASI, PREGUNTEMOSLE A LUCA SI NO.
Gracias, Archi!!! Nunca dudamos de tu hidalguía.
ResponderEliminarHasta estoy seguro que Usain también te quiere.
Abrazo fuerte,
TMG (Mr. T)