martes, 29 de junio de 2010

Volver a la Realidad

Todo muy lindo, sí. Emocionante, sí. Pero lo cierto es que quedan 58 días para el tetra y hasta ahora sólo salí a remar 3 veces. La primera, con Fernando en el Filo Hua Hum; l0a segunda, con mi entrenador y el Tano Pio de Catritre a Quila Quina; la tercera, en el doble con Gonza acompañados por TMG. Eso ha sido todo. Hoy Martes el viento no nos dejó salir. Y sí, en unos días me voy dos semanas a Buenos Aires. He aqui mi talón de Aquiles, mi lado más flojo. Tiene razón Mr. T. No queda otra, tengo que empezar a remar a lo pavote. Y con respecto al Ski, bueno, son tres días de pase que tengo con la inscripción. Mucho más no voy a poder hacer.

En definitiva, ayer y hoy descansé y estuve intentando quedarme con el grato sabor de la carrera en la boca. Pensando en cómo se dieron las cosas. Y me di cuenta de algo que no puedo dejar pasar. Un personaje que ha llegado a esta historia para quedarse. Un hecho que me niego a aceptar que sea casualidad. No creo en las coincidencias, sí creo en las señales. Y todos los que han estado leyendo este blog saben que han pasado cosas extrañas. Pues bien, ¿Quien ha estado corriendo conmigo en mis dos únicas carreras?¿Quién me va a acompañar durante el Tetra?¿Quién está pendiente de mi entrenamiento y finalmente me ha dejado un mensaje directo? DIOS . ¡Sí señores! Roberto Dios ha estado en la North Face, en el Maratón de Invierno y estará en el Tetra. ¡¡Es de no creer!! ¿Alguien ha escuchado alguna vez este apellido? Primero un Ángel me deja un mensaje en una tabla, un corredor misterioso me pasa en la Laguna Rosales, y aparece otro corredor llamado Roberto Dios. No, me niego a creer que sea casualidad. Gracias, Dios, por estar siempre ahí. Para más pruebas, esta foto:


Siguiendo con los hechos inexplicables, no puedo dejar pasar un acontecimiento sorprendente. Luego de la carrera, al momento de cambiarse, el Yeti se saca la camiseta que utilizo abajo de la remera de la carrera y nota un manchón de sangre a la altura del corazón. Asustado se mira a ver si tiene alguna herida. Nada. Está entero, sano. Pero la mancha está ahi. ¿Un Estigma Divino? ¿Una prueba de que dejó el corazón en esta carrera? Alma y vida, y una mancha de sangre sin heridas...

Por último, y antes de entrar de lleno en la realidad, quería compartir dos fotos más. La primera, con Tomás, que también obtuvo un tercer puesto, ¿será que en el Tetra, en nuestras respectivas categorías, llegamos en puestos similares? Y la segunda, con el amigo Cachú, en la pequeña batucada que organizó después de la carrera.


Y hasta aquí llega lo que tiene que ver con la Maratón de Invierno. Ahora, volver a la realidad, y empezar a entrenar en serio.

2 comentarios:

  1. eduardo el archienemigo30 de junio de 2010, 22:23

    Deja de entrenar, que dios te va a llevar a la final en helicoptero,
    a T M G ,vos en la misma posicion que el??????
    por favor¡¡¡¡¡
    vos tenes que llegar antes, yo me ocupo de tu entrenamiento en Baires (te va a ir lindo)
    ¿vos te acordas de la peli en que se pedia permiso para renunciar?????
    pareces el protagonista (pero mas feo)

    ResponderEliminar
  2. No sé de qué película me estás hablando. La verdad que de la época del cine de oro de Hollywood no conozco mucho... ¿Actúa Greta Garbo?

    ResponderEliminar