lunes, 21 de junio de 2010

Invierno, y aquí no ha pasado nada...

Llegó el invierno, el tan temido invierno. En su momento, una de las cartas fuertes del archienemigo y uno de mis temores más importantes. Y sin embargo, no ha pasado nada. Es más, hasta lo estoy disfrutando. Ayer salí a correr, festejando el día del padre, a la hora de la siesta y con lluvia y frío. Corrí hacia el lago Lolog en un camino nevado, sintiéndome Rocky Balboa en "Rocky VI". Sin embargo, y a pesar de la música de fondo, a la altura de Noregon (tanto que los nombro ya deberían ser auspuciantes) me tiró el gemelo de la pierna izquierda. Un dolor punzante que me hizo rengear. A una semana de la Maratón de Invierno decidí no arriesgarme y pegué la vuelta. Corrí en todo momento y el dolor se fue apagando. Pero siguió por el resto de la tarde hasta el día de hoy.
Mi intenciónm para hoy era bicicletear tranquilo para recuperar el gemelo adolorido. Al momento de salir noto que la bici casi no tiene aire en las llantas. Opto por bajar a inflarlas a lo de mi entrenador. Al llegar me entero de que el equipo "Sí, mi amor" está a punto de salir a entrenar, y me invitan. A pesar de que tenía que volver rápido a casa para ayudar a Adri en la preparación del último festejo por su cumple (unos mates con el equipo "Sí, mi amor") no pude negarme a semejante privilegio (¡perdón Adri!). Salimos a hacer un circuito Arrayanes. Gonzao quería tomar el tiempo del equipo utilizando el gancho. Fueron fuerte y yo detrás, tratando de que no me saquen mucho. Pero me sacaron. Lo bueno fue que bajé 30 segundos mi mejor tiempo hasta la virgencita. Ahí se acabó el cronometraje y empezó la nieve. Divino. Llegamos hasta la ruta, bajamos hasta le entrada del Arrayan corto, y subimos por un camino que yo estaba recorriendo por primera vez. Subida, mucha nieve, bajadas pronunciadas, frío. Espectacular. Bajamos hasta el pueblo por donde habíamos subido y me despedí de "Sí, mi amor", un equipo que se las trae. Me hiciron transpirar, pero lo disfruté. Hasta ahí, porque a mi todavía me faltaba volver a mi casa. La subida de Perito Moreno, el nuevo acceso norte, caracoles del lolog y la subida de Sinclair. Lo padecí. Me costó muchísimo. Pero llegué. Y ya estaba todo el festejo listo: la casa limpia, ordenada, medialunas de jamón y queso, brownies, bizcochitos, cafe, mate, té, todo. Sólo tuve que bañarme y esperar a los invitados. Y pasamos una tarde muy bonita con los Abulos Ana, Guadi y el Tano (juez imparcial en este asunto), Vero y Fer y el glorioso equipo "Sí, mi amor" que estaba fresco como si hubiera salido a dar una vuelta a la manzana. Los que no pudieron venir fueron Alicia y el Archi... y hablando del Archi, hoy sí, no tengo más remedio que compartir con ustedes el particular momento por el que estoy pasando gracias a la última y más genial de las jugadas que ha realizado. El asunto es de tal importancia que creo justifica una entrada aparte.
Eso sí, ¡que lindas que han estado esta dos últimas salidas!

1 comentario:

  1. Luquitas,vos disfrutaste la salida y nosotros disfrutamos a pleno el encuentro en tu casa y festejamos el cumple y la charla con amigos,somos realmente privilegiados de poder compartin nuestra vida con todos ustedes q son gente de PRIMERISISISIMA.Este defanio va a tener muchos triunfos.Gracias "Archi".

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