viernes, 4 de junio de 2010

Entrenar con otra cabeza

El cambio que se dió en mí a partir de estar inscripto para este Tetratlón Chapelco 2010 es increíble. No es lo mismo querer algo que saber que uno de hecho lo va a hacer. Y no es que yo creyera que no lo iba a correr, como sigue pensando el Archi, sólo que ahora la responsabilidad ha aumentado, el compromiso es total y el objetivo ha cobrado plena realidad. Mi primer salida convertido en el corredor #120 fue acompañado por Fernando, un ciclista que promete. Había dejado mi bicicleta en lo de mi entrenador cuando llegué del cerro el lunes. Y ayer a la mañana bajé a por ella, con todas las ganas del mundo de pedalear. Hacía frío, llovía intermitentemente, pero nada de eso me inportó. Ni siquiera dudé en que iba a salir. Salimos con Fer desde el pueblo y encaramos la Perito Moreno. Pasamos el cementerio. Agarramos el nuevo acceso norte. Los caracoles del Lolog. Recordé cuando vi pasar al tour de la patagonia por ese punto -yo, de civil- y que varios competidores iban caminando. Nosotros veníamos bastante enteros. Pedaleamos hasta el Lolog, conversando de la vida. El camino no fue extenuante. Y disfruté cada metro. Con la seguridad de quien se está entrenando para correr el Tetra.
Otra novedad: comencé mi rutina de Gimnasio. En casa, con las mancuernas que me prestó mi entrenador. Una rutina fuerte, bastante larga. Por momentos la situación se me hace inverosímil: yo, en mi casa, entrenando a lo Rocky Balboa. Raya el surrealismo. En fin, el ejercicio me dejó doliendo todo, especialmente los abdominales. La siesta de la tarde junto a la pequeñá Oli pasó a la historia. Una cosa más a la que uno renuncia, unas horas más de entrenamiento que uno gana. ¿Será que además de flaco voy a tener los abdominales marcados? Porque yo estoy de acuerdo con el cambio total en mi manera de ver el mundo, pero para tener un cuerpo de atleta, para eso sí que no estoy preparado...

3 comentarios:

  1. Si renuncias al vino,notaras como asoman los abdominales !!!!!(se lo q digo)

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  2. Los de Bariloche con el 120...
    ¡Vamos 120, carajo!
    (No olvideis jugarlo ala quiniela)

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  3. eduardo el archienemigo5 de junio de 2010, 22:26

    Si renuncias al vino renuncias a la vida

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