martes, 2 de febrero de 2010

¿Dormir la siesta o salir a correr?

Ayer, segundo día de mi entrenamiento, me encontré a mí mismo inmerso en este terrible dilema. Acostado en mi cama, en esa incierta hora en la que comienza la siesta, comprendí plenamente la dualidad cuerpo y alma. Porque mi cuerpo, ese ente que existe en el mundo, me llevaba de plano a una quietud por demás placentera. Y convencía a mi alma -que se dejaba llevar en ese amodorramiento delicioso, en donde los pensamientos se tornan confusos, a mitad de camino entre la vigilia y el sueño- para que se entregara de lleno a la vida buena. Pero una parte de mí, quizás la más testaruda y seguramente la menos racional, me decía que tenía que salir a correr, porque eso requería mi entrenamiento. Tuve que hacer un esfuerzo indescriprible ya que los argumentos de mi cuerpo eran insuperables: ¿cómo me iba a someter al sufrimiento si el placer completo, total, estaba ahí al alcance de mi mano? Porque la siesta no es una necesidad básica, para eso está el sueño nocturno. La siesta es un gozo absoluto, un deleite diurno comparable a los más suculentos manjares. Pero no, esta idea loca de correr el tetra hizo que me levantara, me pusiera las zapatillas, la remera de correr que me regaló mi entrenador, y saliera, a pleno rayo de sol, a correr.
Tiempo total: 40 min,
Distancia: 4 km. aprox.
Mi mayor temor era que me doliera la rodilla, pero por suerte no me dolió (me dolió todo el resto del cuerpo, excepto la rodilla).
Sé que es poco tiempo y poca distancia, pero el sufrimiento fue tremendo. ¿Por qué someter al cuerpo al sufrimiento si es tan fácil entregarlo al placer? Dejaré esa meditación para próximas entradas...

1 comentario:

  1. Gonza (el entrenador)3 de febrero de 2010, 14:46

    Recuerdo una vez una entrevista a un gran corredor de pruebas combinadas, un gringo grandote de unos 65 años, al que una jovencita de ESPN lo interrogaba minutos antes de la largada del IRONMAN de australia, y le preguntaba que esperaba de la carrera, a lo que el savio señor respondio: las carreras de larga duracion, son muy similares a las transacciones bancarias, uno va depositando a lo largo de un largo tiempo todo lo que puede, lo que logra o simplemente cree necesario. Pero indefectiblemente el dia de la extraccion uno retirara el equibalente absoluto a lo que haya depositado. Bueno hoy en unos minutos sera el dia de la extraccion, y me tocara retirar de acuerdo a lo que haya depositado estos ultimos 6 meses de entrenamiento, sin ninguna sorpresa...
    Uno puede dormir la siesta, o puede sacrificarse y salir a correr, pero todos los placeres de la vida, SE PAGAN, nada es gratis...
    Podes sufrir ahora en cuotas o sufrir de contado todo junto el dia del tetra...

    ResponderEliminar