jueves, 11 de febrero de 2010
Compro bicicleta usada, preferiblemente que conozca de memoria el recorrido del Tetra.
Tengo que admitirlo: no me banco más la bicicleta fija. Es un artefacto endemoniado y contra-natura. Uno pedalea, pedalea y pedalea y la muy guacha no se mueve ni un centímetro. Semejante contradicción vuelve loco a cualquiera. Y los que se subieron alguna vez a tan macabro "transporte" saben lo angustiante que es pasar minuto tras minuto con la quietud que te rodea y esa sensación inequivoca de que uno se está prestando a hacer el papel del perfecto idiota. "¡No ves que no se mueve, flaco!" Me averguenzo con los vecinos, me escondo en la capucha del buzo y sufro doblemente para mis adentros: por el esfuerzo que estoy haciendo y por lo improductivo que es. Hoy, para colmo, me tocó empezar tarde, como a las nueve y veinte de la noche, en un rincón oscuro y frio del garage. Que poco vale la vida en esos momentos... quizás Edu tenga razón y lo único que importa es gozar la vida. ¿Vale la pena sufrir tanto? Mañana será otro día, y me propongo hacer una lista que responda a una simple pregunta, que hace poco me hicieron y no supe responder: ¿para qué quiero correr el Tetra?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hay muchas respuestas para esa pregunta, y te las voy a ir dando de a poco, porque se me agolpan en la cabeza y me cuesta disernir cual sera la mas importante, y en realidad esa es una respuesta verdaderamente dificil, pues sera diferentemente de importante para cada receptor. Pero ahi va la primera:
ResponderEliminarpor que quiero correr el tetra???
simplemente para saber con certeza que puedo.
Ya hace varios días que vengo siguiendo el blog. Hoy me senti con ganas de comentar. El post de hoy, mas existencialista que de costumbre (aunque ayer demostraste que como corredor sos gran filosofo)empieza a vislumbrar cierta flojeza. Por eso, viene al caso, grito de viaje de egresados si los hay: Que no decaiga Lolito!!!
ResponderEliminarNada mas lindo que probarse a uno mismo que puede hacer cosas de las cuales no se creyo capaz.
Sobrino y fiel creyente.