Los Domingos salgo con mi entrenador. Claro que el de ayer era un día especial: los abuelos Ana nos habían invitado a almorzar. Ana tiene fama de ser una excelentísima cocinera, rumor que pude comprobar ayer. Nos esperaban con unos fideos tirabuzón caseros con estofado de pollo y entrañables amigos de Bariloche -que pasaron a ser "los abuelos de Bariloche"- que se comprometieron con la causa y van a estar presentes el día del tetra y en la comilona. Con dos platos de pasta en la panza y el reloj sobrepasando las cuatro de la tarde creí en mi fuero más interno que no ibamos a salir. Más aún cuando salieron las tortas de chocolate, la tarta de manzana y el café. Listo, pensé, de acá a la siesta hay un solo paso. "¿Nos vamos cambiando?" soltó Guadi, y supe que mi destino estaba sellado.
Digo, también, que era especial, porque la propuesta era cronometrar un Arrayán grande entre todos los presentes para poder tener una ranking claro del grupo. Formaban la salida Guadi, el Tano, mi entrenador, Martín, Fernando, un amigo del Tano -Mario si no me equivoco- y yo. Mi objetivo: bajar los 55 minutos con que Guada le ganó la apuesta a Julián en días pasados. La nobleza y dedicación de mi entrenador lo llevaron a realizar su cronometraje el día de ayer (44m 10s) para hoy acompañarme en la vuelta. Y así salimos. Fernando, Martín y el Tano se alejaron en la primer subida, apenas salimos. Guadi, Mario y yo, con el aliento permanente del entrenador, empezamos a sufrir enseguida. Cambios pesados y el peso del tiempo en nuestras nucas. A dejar todo, a escupir los pulmones, a incendiar las piernas. En mi segunda vez que hago este circuito desde que empezó el entrenamiento el ánimo de carrera ya estuvo presente. Mario quedó rezagado pronto (para luego desaparecer), por lo que quedamos Guadi y yo. Palo y palo, cabeza a cabeza. Yo sintiéndome desfallecer y Guadi que no aflojaba. Me pasaba, la pasaba, y así. El entrenador, con precisión de relojero, indicando qué cambio poner para cada inclinación, cada tramo. Transpiramos mucho, sufrimos. Faltando poco para terminar la subida lo inesperado: "No puedo más", dice Guadi, "sigan ustedes". Sorprendido, sigo pedaliando mientras Gonza pega la vuelta para ver si Guadi se encuentra bien. Le recomienda que aliviane los cambios y siga adelante. Con la fuerza que da el hecho de sentir que a uno le queda resto, terminamos la subida. No me acuerdo los parciales, pero hasta la virgencita veniamos bien. Y nos lanzamos a la bajada. Estuve a medio milímetro de pegarme un palo en la curva antes del puente. Jugadísimos, intentábamos darle alcance al grupo de punta. Y entonces una nueva sorpresa: apareció el Tano, ahi, a cien metros. "Apretemos que lo tenemos", me animó mi entrenador. Y apretamos. Lo alcanzamos unos metros antes de llegar a la ruta, terminando un parcial con muy buen ritmo. Y en la ruta no zumbamos los tres. Gonzalo tiraba adelante, lo seguía el Tano y yo atrás, chupadísimo. Con la adrenalina de la velocidad y el empuje de los de adelante, casi no sentí el esfuerzo en este etapa. Hasta llegar a la última subida del kilómetro tres. Plato tres, toda la fuerza. Y la última sorpresa: el Tano afloja y se queda un poco más atrás. Incrédulo, pensando en el tiempo, apretamos con lo último que quedaba y llegamos al badén de la costanera. Tiempo: 53 minutos. Alegría, abrazos y una verdad revelada: "Venís con la rueda de atrás frenada, no te dije nada para que no te desmoralices". En efecto, la rueda descentrada golpeaba las pastillas de freno en cada vuelta. ¿Cómo era eso posible?¿Si la retiré de la biciletería el día anterior?¿Podía el excelente mecánico de bicicletas, el Señor Papichulo, haber entregado una bicicleta descentrada? Y entonces, la más terrible de las sospechas: el archienemigo, amigo personal de Papichulo, pudo haber metido la cola. Y entonces, el horror. ¿Sería posible que el mejor bicicletero del pueblo se dejara convencer por el archi para atentar contra mi rodado y afectar mi tiempo?¿Podría el archi haber comenzado con una serie de jugarretas ilícitas para impedir que mejore mis cronómetros? Desolados, y con la certeza de poder haber hecho por lo menos dos minutos menos con la bicicleta en condiciones, pegamos la vuelta. Yo, igualmente, muy satisfecho. El grupo de punta declaró un tiempo de 47m 07. Impecable. Y ahora que lo miro a la distancia, me doy cuenta del notable papel de Guadi y el Tano para darme ánimo. Seguro fue idea de mi entrenador. Primero, Guadi haciéndose la extenuada. Y después, el Tano esperándonos para que yo saliera a la caza, terminando por dejarme pasar para que sintiera esa cosa que tiene adelantar a alguien... ¡Gracias muchachos, ese es mi equipo! Hata Mariano simuló abandono... impresionante logística. Eterno agradecimiento.
Ya entrada la noche, recibo un llamado telefónico. El entrenador, que se había quedado preocupadísimo por el posible atentado a la bicicleta, había develado el misterio. El sábado, cuando retiré la bici de lo de Papichulo para llevarla hasta lo de Gonza, sucedió un acontecimiento insólito. En el cruce de la calle Sarmiento con Moreno me encuentro de frente con una chata F100 desvencijada. Yo me mando a cruzar, el ñato con la chata también, pero para mi sorpesa (ya que no tenía luz de giro) acelera y gira hacia mi. Para evitar ser atropellado aprieto los frenos que, con la precisa calibración de Papichulo, están más potentes que nunca. Doy el famoso giro de 360, paso por encima del manubrio, y caigo de lleno al asfalto. Palo vergonzoso, risas de los transeúntes, cierta pequeña humillación. Y fue ahí, en ese mismo momento, cuando la rueda trasera se descentró. Papichulo había hecho su trabajo con la excelencia que lo caracteriza. El archienemigo se mantiene en la rectitud moral de una rival que sabe respetar las reglas de juego. El buen nombre y la integridad de estas dos personas se restablece y queda intacta. Cual un Sherlock Holmes patagónico, el entrenador respira satisfecho, se despide, y se dispone a descansar con el alma tranquila. Hay honor en este mundo.
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La pasta casera, esa que se amasa a mano, trae cálidos recuerdos domingueros, cuando abuelas y madres dedicaban parte de su tiempo a preparar desde fideos a ravioles, mientras en las ollas se cocinaba a fuego muy suave el estofado. Para repetir el rito, Lucas almorzó con Julián y Ana según su dicho.
ResponderEliminarCon una copa de más….Aumentan los valores. Lucas bebió otra vez de su copa y de la otra y la otra…………
y mirando a Guadi, pregunto… es verdad? que vamos a entrenar
y entonces al notar las copas vacías
noto que había bebido…UNA COPA DE MAS.
Y es en esas oportunidades que dedicamos más tiempo y esfuerzo a buscar a quien echarle la culpa, que a buscar la solución más adecuada, dentro de nosotros mismos. Somos directamente responsables de todo lo que pasa en nuestra vida, por exceso o por defecto. Seamos más responsables con nuestra vida, busquemos las soluciones en nosotros mismos; buscar a quien echarle la culpa no soluciona nada. Asi que Luquitas deja a ese Papi que?????? Y al Archí tranquilo y aprende que la bicicleta además de dos ruedas y un manubrio también tiene frenos y algunas cosas mas ……Asi que cuidado con las acusaciones se te pueden volver en contra….
Es un pajaro????
ResponderEliminarEs un Avion????
ResponderEliminarEs un tren????
ResponderEliminarNo, es lucas pasando a toda velocidad por el arrayan largo....
ResponderEliminar6,30 hotel sol
13,50 cruce puente blanco
29,50 Virgencita
38 ruta 234
53 vuelta comleta
menos mal que estaba la rueda trasera frenada, sino los de la punta estaban en el horno....
Felicitaciones Lucas!!! los abuelos de Bariloche que compartimos con vos y familias los esquisitos tirabuzones de la abuela Ana, te alentamos a seguir por esa buena senda, el equipo te alienta y nosotros desde Bariloche te respaldamos hasta el final!!!!(eso si,AFLOJA CON LOS TIRABUZONES) JAJAJAJAJA
ResponderEliminarPerdon nos equivocamos, no somos anonimos, somos Ana y Jorge de Bariloche
ResponderEliminar¡Jorge, Ana! Que sorpresa y que alegría. Gracias por el apoyo, los esperamos el día de la carrera, sino antes.
ResponderEliminarBotín de Plomo, te extrañábamos... pero no llegó a ser una ACUSACIÓN, a penas si fue una leve sospecha...
Vamos Lolo carajo!!!!!
ResponderEliminarTU familia de Bariloche esta con vos
Un abrazo
Es bueno aclararle a Botin de Plomo,que cuando hay planes de salir a entrenar NO se pone vino en la mesa,la sabrosisima comida la bajamos con agua ser y gaseosa sin azucar,todos nos sacrificamos por los atletas.Ya correran rios de vino despues del Tetra.
ResponderEliminar"yo me anoto en la comilona"
ResponderEliminarCon "rios de vino"
ResponderEliminarHasta hoy, yo era uno más(como muchos…) de los que siguen este blog, desde la comodidad del silencio…Pero a raiz de los ultimos acontecimientos, no puedo dejar pasar la oportunidad para volcar algunos pensamientos:
ResponderEliminarLucas: Sinceramente, yo creia que todo esto era un bleff, una jugada publicitaria de Nieves del Chapelco y La abuela Ana, que si bien es cierto que sus pastas son excelentes, podria estar vinculada a esta maniobra mediatica...Sin embargo, el domingo me tapaste la boca. Los numeros hablaron...impresionante no solo el tiempo del Arrayan, sino lo reciente de tu incorporacion al mundo del deporte.
Edu: Tas al horno!...o lo que es mas apropiado, tas a la parrilla...Esto no lo paran con nada...Yo vi la ovaladez de la rueda!!!...igual le metio 53'!!.
Gonza: Lo tuyo es fantastico,tu generosidad,tu entrega y dedicacion a esta empresa es admirable... A tal punto, que te interesan mas los 6' entre Lucas y nosotros, Que los escasos 2'57'' que nos separan de ti...Sos un grande!
Martin F. (ciclista ex-simio)
Miembro del equipo Los de la puntilla...En todo caso, me parece mas apropiado...
Lo unico que esta claro, es que tuvieron que armar una artimaña, para separarse y que nadie vea al entrenador empujando con el brazo (cosa que yo he visto), de no ser asi lucas tambien tardaria 53 pero horas en hacer una bicicleteada como la gente.
ResponderEliminarLos ganadores que sabemos que no puede correr un tetra vamos a estar al final sonrientes y en el podio, y la quiero ver a ana con sus rios de vino, NOS VAN A DAR AGUA MINERAL!!!!
pero no importa del asado no zafan