viernes, 30 de abril de 2010
Nivel de dificultad del Tetratlón Chapelco
jueves, 29 de abril de 2010
miércoles, 28 de abril de 2010
Un rival que vale la pena
Hoy volví a los 6k de Catritre. Y, para qué negarlo, fui pensando principalmente en el tiempo. Sé que no corro rápido y es algo que tengo que ir modificando. El día me acompañó: un solcito de otoño que daba gusto. En la ruta, prácticamente nadie. Y me largué a paso firme. Antes del kilómetro me empezó a doler el bazo, cosa que hace mucho no me pasaba. Y empecé a transpirar más que de costumbre. Y sentía que no había manera de darle más fuerte. En realidad, me sentí lento toda la vuelta, cosa que en parte no me permitió disfrutar el lugar, el lago, el sol. El último kilómetro le dí con todo, a buen paso, ahí sí. Y el cronómetro me agradó: 33m. 12s.
Falta mucho, y a partir de ahora, con el frío, la lluvia y el cronómetro en la nuca, todo es cuestión de motivación y disciplina. Y a mi querido hermano el Yeti (el olímpico), que empezó a entrenar en serio -cosa que celebro y me alegra mucho- le digo que yo tampoco quiero ganarle, sino guiarlo, acompañarlo y alentarlo para que lleguemos juntos a la meta. De eso se trata todo esto.
¡Salud!
lunes, 26 de abril de 2010
La Motivación, el quid de la cuestión.
Para los lectores frecuentes de este blog no es novedad que la principal motivación que tengo es la apuesta realizada entre el archienemigo y mi entrenador. Y a partir de allí se empezaron a poner en juego un montón de otras cosas. Y esto se convirtió en un verdadero desafío. Con mucha gente alentando, apoyando, llevando la contraria, etc.
Hace unos días el Archi se fue por tres semanas a Miami (habrán notado que estamos libres de sus comentarios desde hace unos días). El Tano y Guadi se fueron por dos semanas a Margarita (siguieron alentando desde allá). Mañana los abuelos Ana se van por tres semanas a Cuba... y esto se quedó un tanto solitario. Que no esté el archi metiendo la cola es como ver un capítulo del correcaminos sin el Coyote. O uno de Tom y Jerry sin Tom. O el Zorro sin el Capitán Monasterio. Se extrañan los comentarios de Botín de Plomo, que se ha llamado a silencio. La abuela ana, efusiva seguidora, nos dejará por muchos días... en fin, la motivación decae. Tal es así que hoy no salí a entrenar. Tengo la excusa de los trámites del choque de la semana pasada, que me llevó casi toda la mañana. Sin embargo, confieso que he sentido una baja en la motivación.
Hasta que hace un rato recibo una llamada. Mi hermano el Yeti, desde Esquel, que viene a correr la Maratón de Invierno Sport Tracks y tenía algunas consultas para hacerme. Mi hermano, el "olímpico Pipú" (su apodo en la secundaria) pidiéndome consejos a mi, cual corredor experimentado. Fue una verdadera emoción. Está motivado para venir a correr y -conociéndolo- va a querer ganarme. Siendo varios años mayor que yo históricamente siempre me ganó en todo. Él es el deportista, yo no. Esto es una gran motivación. A ponerse a entrenar para ganarle a mi querido hermano, el olímpico.
Broche de oro a la motivación: el comentario de la hermana de Shera en la entrada de los resultados de la North Face. No sé quien es, ¡pero me recontra banca! ¡vamos la hermana de Shera! Eso es lo que hace falta para tener motivación. Arranco con todo de vuelta, que esto no tiene marcha atrás. Y a no aflojar ni un día más... ¡salud!
domingo, 25 de abril de 2010
Entrenamiento en 4 Etapas (Four Step Trainning - 4ST)
Hora de salida: 13:30 hs.
Hora de llegada: 19:30 hs.
(6 horas de entrenamiento)
Etapa 1 (Los Robles - La Abuela Ana)
Pasado el mediodía, en un día de sol espectacular, arranco desde casa en bicicleta con destino el centro de la ciudad. Distancia aproximada: 6k. Prácticamente todo bajada, ideal para entrenar descensos fuertes. La parada fue para despedir a Julián y Ana (los abuelos Ana, por supuesto) que se van tres semanas a Cuba. Mandé mis saludos al comandante Fidel, como corresponde.
Etapa 2 (La Abuela Ana - Catritre)
Un recorrido muy usado, para todo tipo de disciplinas. Corto, intenso, con subidas y bajadas de nivel medio. Distancia aproximada: 6k. Ya en el lugar se prende un fuego con carbón vegetal y se procede a preparar la colación diseñada por el Dr. Steve Vaughan (el nutricionista de Dean Karnazes): tres chorizos y cuatro tajadas de zapallo. Mi ración consistió en tres choripanes de medio chorizo cada uno (125 gr. de grasa de cerdo saturada). Postre: media banana.
Etapa 3: (Catritre - Tijuana Resto Bar)
Recorrido intenso, con una primer trepada muy fuerte. Luego, paseo bordeando el lago saludando a la gente conocida. Distancia aprox: 6k. Llegada al cumpleaños de Marquitos (1 año). Plan nutricional de la etapa: cereales, hidrocarburos y azúcares (cerveza, pizza, papas fritas, tarta de manzana, tarta de frutillas, torta).
Etapa 4: (Tijuana Resto Bar - Los Robles)
Etapa durísima. Ya cayendo la noche, el recorrido es en subida en su totalidad. Distancia aprox.: 6k. Subida de los Andes, Regimiento. Antes de los caracoles del Lolog Adriana se estaciona para ofrecerme subirme (prueba psicológica diseñada por el Dr. Phil Karnazes, primo segundo de Dean). No acepto la tentadora oferta y culmino el recorrido con la temible subida de Sinclair.
Gran experiencia. Domingo provechoso.
Nota: pequeños y jovenes deportistas, NO intenten hacer esto en sus casas. Todo el plan ha sido supervisado y acompañado por expertos en la materia.
sábado, 24 de abril de 2010
Correr porque sí
Hoy fuí hasta el lolog y volví. El perro del vecino me acompañó. Por supuesto, le gané.
Tiempo: 1h 43min
Distancia: 17k (aprox.)
¡Se viene la carrera pedestre más importante del año!
Si te perdiste la North Face, o la corriste y te encantó, no podés no venir a la Maratón de Invierno. Un recorrido espectacular especialmente diseñado por uno de los entrenadores de alto rendimiento más importantes de San Martín de los Andes. Temperaturas bajo cero, nieve, barro, montaña. Todo lo que un amante del deporte puede pedir. 27 de Junio, 10:00 am. ¡No te la podés perder!
...y sí, me engancharon en esta también. Ya me comprometí a correr los 25k. Estos tipos no paran. Hace una semana que corrí 21k por primera vez en mi vida, y ya tengo que empezar a pensar en los 25. Va ser durísimo, porque en esta oportunidad todos los grosos -los que el sábado pasado corrieron 50k y 80k- van a estar inscriptos en la de 25 (estoy pensando en los capos-capos: Gutierrez, Marcoweski, Sánchez, Broitman, Mateu, Labaton... los mejores).
Por cierto, el jueves casi no salgo. Cuestiones del trabajo. Pero me quedó una hora disponible, había sol y me largué. A bajar tiempos. Notarán que desde la carrera estoy más kantiano que nunca, obsesionado con el espacio y el tiempo. No podía entender que la vuelta más rápida en bicicleta a la Laguna Rosales la hubiera hecho solo en un minuto menos que corriendo. Y salí a bajar ese tiempo. Lo logré.
Tiempo: 44 min.
Distancia: siempre digo 11k, pero quizás sea un poco menos...
miércoles, 21 de abril de 2010
Rosales y el corredor fantasma
Entrenador, hace poco creímos satisfechos que tu trabajo ya estaba hecho. Muy por el contrario: tu trabajo recién comienza.
Tiempo: 59m 51s
Distancia: 11k ??
martes, 20 de abril de 2010
Primer nevada en Chapelco
Ahora sí, llegó el momento de empezar a entrenar.
lunes, 19 de abril de 2010
Me estoy volviendo loco
Las noticias de la clasificación oficial me dejaron contento y satisfecho, pero no conforme. Llegué 54 en la general y 15 en mi categoría, con un tiempo de 2h 16m 18s. Y entonces me encontré a mi mismo pensando en que puede haber salido mejor, que no me posicioné bien al momento de la largada, que no le metí suficientemente fuerte en los primeros 900 mts. para llegar en buen lugar al sendero angosto, que tuve que comerme muchas filas indias inecesarias, en definitiva, que pude haber hecho mejor tiempo, que pude haber llegado mejor... fue cuando caí en cuenta de que la locura se está apoderando de mi. ¡Ya estoy pensando en la estrategia pra el año que viene!¡Para qué!¡Si lo mio llega hasta el Tetra! Anoche me desvelé torturándome con los trechos en los que corrí suve. Me lamente no haberle metido con todo en el sendero que rodea el Mallín. Pensar que pude haber llegado entre los primeros cuarenta, o bajar las dos horas. Apenas 16 minutos de las dos horas...
Pensando en esto, en un día feo y lluvioso, me llegan de atrás en la Koessler, a las 8:15 de la mañana, en un choque inoportuno con una traffic de Cruz del Sur. Escuché el ruido y pensé que me habían destrozado todo el baúl. Por suerte sólo fue la óptica derecha y hundimiento parcial de la parte baja del baúl. Trámites, denuncia, oficina del seguro, pedidos de presupuestos en talleres. Se me va casi toda la mañana. Y yo más reocupado porque no iba a poder entrenar que por los daños del auto... ¡no estoy bien de la cabeza! Apuré las cosas para llegar, cambiarme y salir en la bici, a cumplir con las instrucciones del entrenador: una salida suave de una hora. Me dió tiempo de pedalear 50min, en los que los pormenores del choque se escaparon de mi cabeza. Disfruté la soledad de un camino al Lolog en un día frío, de la lluvía fina pegando en mi rostro, de la sensación de estar recuperando las piernas. Definitivamente, algo no está bien conmigo. Me estoy conviertiendo, poco a poco, en uno de ellos. Siento la transformación. La veo. La respiro. Y lo peor es que no quiero detenerla. Quizás ya no pueda. Y entonces vislumbro que -por un simple Modus Ponens-: si alguien corre una carrera, entonces es un corredor, yo corrí una carrera, por lo tanto...ya soy un corredor. Irreversible como una verdad lógica.
Tiempo: 50 min.
Distancia: hasta la recta del Lolog (justo hasta el lugar en dónde alguna vez me dejaron un mensaje).
Resultados Oficiales The North Face Endurance Challenge
http://www.endurancechallenge.com.ar/resultados.htm
Más allá de lo que el Archi les quiera hacer creer, aquí están los resultados.
Ahora, con viento y lluvia, los dejo porque salgo a entrenar.
domingo, 18 de abril de 2010
Primer objetivo cumplido. Siguiente paso: el Tetra.
En fin, para hacerla corta. En el primer puesto de asistencia intenté meterme el Power Gel que me prestó mi entrenador el día anterior. Me enchastré, casi me ahogo cuando me mando esa pasta densa y vizcosa que nunca había probado. Quisé detenerme a tomar agua para bajarlo, pero me empezaron a pasar como poste así que tiré el agüita y seguí corriendo. Paso firme y sostenido. Sale el sol. Un gran lugar. Y empiezo a pasar calor. Dudé en desabrigarme porque tenía que sacarme el número, volverlo a poner en la remera, y no quería regalar tiempo. Tenia un grupo adelante mio que quería alcanzar, y dos corredores atrás mío que no quería que me pasen. En una subida en la que nos cruzamos con los de 10k, en la que se formaba una fila india de caminantes a los que no se podía adelantar, aproveché para sacarme el rompevientos. A los pocos minutos el último puesto de asistencia: 5k para llegar. Fueron los más difíciles. Mucha bajada, el manzano brujo y la zona urbana. Gente conocida alentándolo a uno. Creer o reventar: me lo cruzo a Botín de Plomo. Que señal. Porque él no estaba mirando la carrera, y nos cruzamos justo. Botín, ¿eras vos, verdad?. Y al llegar a las calles del pueblo, lugar en donde quería apretar para ganar segundos, me di cuenta que no daba más. No podía meterle fuerza, me dolía todo. Tenía que mantener el paso y reservarme para el último kilómetro. Y eso también llegó. Giro en la bocacalle y la recta hasta la llegada. La gente, el lago y el arco del triunfo. Pongo todo lo que queda. Y llego. Cruzo la meta. Y me chantan, ahí nomás, la medalla. Busco a los seres queridos... miro para todos lados... no encuentro a nadie. Hasta que lo veo al gran Dicky Powell tomando fotos (no pudo correr porque se lesionó un dedo del pie acompañando a los chicos de puentes de luz al Lanin). Y me abraza. Y también Roxana, que corrió los 10k pero salió con los de 21k. Y me dicen que quizás Adri está en deli. ¿Y el entrenador?¿Y Fernando y Vero, que habían ido a la largada? Pues bien, no habían llegado...¡porque me esperaban media hora más tarde! Llegué en un tiempo que no esperábamos, ni yo, ni nadie. Cuando pregunté la hora eran las 12:15, y yo ya había llegado hace un rato. ¿Cuánto tardé?¿2h 10m?¿2h 13m? Estoy esperando el cómputo oficial para cerrar este capítulo. Pero ya estoy pensando en el Tetra, y lo duro que va a ser. Esta experiencia me ha enseñado mucho, y dos horas de carrera ya es demasiado, y ahora me tengo que preparar para ocho horas de esfuerzo...
Felicitaciones a varios amigos de este blog, que corrieron la carrera. TMG hizo un tiempazo y entró entre los primeros veinte de los 50 k. ¡Impresionante Tomás! El amigo Broitman, consejero y amante de la buena vida, terminó los 50k de excelente manera, igual que Ivan Markoweski (que perdió con el primero, pero le ganó al segundo, competencia es competencia). Y una mención especial a una persona que ha demostrado decisión, voluntad y entereza: EL ARCHIENEMIGO. A pesar de una fuerte dolencia en la columna y una bronquitis recién curada, el tipo fue a la largada. Hay sospechas de que lo hizo para atarme los cordones de las zapatillas entre sí y me cayera al salir. Como no me encontró, no le quedó más remedio que empezar a correr para alcanzarme. Tuvo que comerse el polvo que yo le iba dejando. Ni la sombra me pudo ver, el archi. Eso sí -y me saco el sombrero- terminó la carrera. Y a tan solo 18 minutos por detrás de la competidora más notable del evento, una señora de nada más y nada menos que 83 años. ¡Vamos archi, que el año que viene la pasas por encima! Con fuerza y voluntad todo se puede...
Distancia: 21 k
Tiempo: está por saberse...
Felicitaciones y mi agradecimiento a toda la organización que realizó un trabajo impecable para organizar ésta, mi primer carrera. ¡Gracias!
sábado, 17 de abril de 2010
The North Face Endurance Challenge 2010... ¡linda carrera, che!
Y sí, hoy corrí la carrera. Y llegué. Y con buen tiempo. No quiero dar una cifra hasta no tener los resultados oficiales. Espero los publiquen pronto. En cuanto a la carrera, es poco lo que puedo decir. Lo vivido el día de hoy se encuentra en el ámbito de lo indecible, escapa del dominio de la palabra, se entremezcla con lo inenarrable. Sí puedo decir que dormí poco, que me levanté temprano, que desayuné cereales con leche y banana y que llegamos a la salida diez minutos antes de largar. Fui al baño y perdí a Adri y las chicas. Salí por una puerta que daba al playón de largada y no las vi más. Me sentí solo, cual niño que se pierde en supermercado o lo dejan de prepo en escuela nueva. Miraba para todos lados, desolado. Y empezó la cuenta regresiva: en tres minutos se largaba. No había entrado en calor, todo el mundo con la remera roja y yo con un rompevientos negro. Sapo de otro pozo, pez fuera del agua, yo en la salida de una carrera de montaña. Miraba a todos que saltaban, cantaban, contaban. Y yo no sólo no estaba eufórico, sino más bien preocupado y nervioso. Y largamos. Y todo cambió. Me concentré en lo mío. Y corrí. Primero por la pista, después por el sendero, después por las trepadas. Largas filas de remeras rojas caminando y yo, sí señores, yo, pasando al trote por al lado. Fue durísimo completar los miradores, pero pasaron. Vuelta a la Laguna, mi querida Laguna Rosales, y primer puesto de asistencia. ... Lucas se quedó dormido, soy Adriana. Mañana terminará el relato.
viernes, 16 de abril de 2010
Fútbol, cerveza y trasnocho: todo al revés.
Ayer era jueves de fútbol y salí de casa antes de leer la última recomendación de mi entrenador: nada de fútbol antes de la carrera. Yo iba a jugar tranquilo, pero jugar tranquilo y suave al fútbol es como no tener alma. La cosa se empezó a poner picante, y uno no puede más que dejar alma y vida. Quiso la providencia que no me lesionara.
Luego del fútbol, cena festejo del cumpleaños de Dani ¿cómo no iba a ir? ¡Es un amigo! Un ratito y a dormir, pensé. Pues bien, llegamos 11 y media de la noche y pedimos milanesas napolitanas con fritas para todos. Y llegó la cerveza a la mesa... y bueno, un brindis, la sed ¿cómo negarse? La comida llegó una hora y veinte después. Terdísimo. La torta acompañada por champagna... ya estamos jugados. Llegué a casa a las dos de la mañana...
Conciente o inconcientemente desobedecí a mi entrenador, ¿tendrá este acto severas consecuencias? Ya lo veremos. Por lo pronto, ahora dormiré una siesta para recuperarme, luego una sopita y a dormir temprano. ¡Mañana es la carrera!
Un traspié lo tiene cualquiera. Somos humanos, demasiado humanos. La amistad y la camaradería van primero. Mi cuerpo está bien, lo que en el fondo es relativo: la carrera de mañana la corro con el corazón.
jueves, 15 de abril de 2010
Alea jacta est
Hoy es jueves de fútbol, y cumpleaños del amigo Dani.
No puedo faltar, pero me voy a cuidar.
Primer carrera.
Emoción.
miércoles, 14 de abril de 2010
Última salida, sol a pleno y el perro del vecino
Hoy me tocó salir a correr suave, tranquilo, a recuperar piernas y aire. La mañana fría ostentaba un sol radiante. El aire -con la puereza que lo caracteriza- entraba a mis pulmones en bocanadas cortas, precisas y llenas de vida. Me propuse recorrer el mismo trayecto que realicé el segundo día de mi entrenamiento, el 2 de febrero. Lo que en aquella oportunidad fue puro sufrimiento, esta mañana fue una vuelta reconfortante. A medida que avanzaba pensaba en lo bien que me sentía. Sano, fuerte, entero. Y me puse a pensar en los cambios que ha sufrido mi vida a partir de esta locura. Y son definitivamente buenos. En tres días voy a correr 21 kilómetros, y estoy esperando ansioso que llegue el momento. Conozco las montañas que rodean mi casa, senderos que conducen a lagunas, lagunas que se esconden entre los árboles más allá de las montañas. He aprendido más de mi mismo en estos dos meses que en todos los años que me he pasado estudiando, leyendo libros, reflexionando. Y he tomado conciencia de cuánta gente impresionante me rodea. Familiares, amigos. Me han prestado una bicicleta, ropa deportiva, me han regalado anteojos, guantes, remeras (el último regalo, ayer y para la carrera, de parte de Male y Adri: calzas de corredor, profesionales). Me han alentado, apoyado, acompañado. Me han tenido paciencia, me han esperado. Se han preocupado por mí, me han cocinado, me han enseñado lo que saben. Sé que no estoy solo. Y esto no tiene precio. Mientras todo esto ocupaba mi cabeza tomé conciencia que el perro del vecino me seguía. Nunca lo había hecho. Y hoy estaba ahí. Definitivamente: no estoy solo en este camino... y entonces pego la vuelta, a la altura de los Peñones del Lolog, y se levanta ante mí -sublime y allá a lo lejos- el cordón Chapelco. Bañado de sol, sin una gota de nieve. Y sé que hacia allá me dirijo. Lo contemplo. Quieto, inmóvil, esperando... esperándome.
Tiempo: 40 min.
A todos: Gracias.
(¿será que temo morir el sábado que esto tomó cierto aire de despedida?)
martes, 13 de abril de 2010
Números
Hace 71 días empezó mi entrenamiento.
De todos esos días, salí a entrenar 36 días.
Corrí 979 minutos.
Anduve en Bicicleta 1300 minutos.
240 minutos de mi vida los pasé pedaleando en una bicicleta fija.
Remé 130 minutos.
Y jugué al fútbol 525 minutos.
Fueron en total casi 53 horas de entrenamiento.
Espero poder correr los 21 kilómetros.
Si no llego, me pego 3 tiros en las pelotas.
lunes, 12 de abril de 2010
Estofado de pollo, cronometraje y sospecha de atentado
Digo, también, que era especial, porque la propuesta era cronometrar un Arrayán grande entre todos los presentes para poder tener una ranking claro del grupo. Formaban la salida Guadi, el Tano, mi entrenador, Martín, Fernando, un amigo del Tano -Mario si no me equivoco- y yo. Mi objetivo: bajar los 55 minutos con que Guada le ganó la apuesta a Julián en días pasados. La nobleza y dedicación de mi entrenador lo llevaron a realizar su cronometraje el día de ayer (44m 10s) para hoy acompañarme en la vuelta. Y así salimos. Fernando, Martín y el Tano se alejaron en la primer subida, apenas salimos. Guadi, Mario y yo, con el aliento permanente del entrenador, empezamos a sufrir enseguida. Cambios pesados y el peso del tiempo en nuestras nucas. A dejar todo, a escupir los pulmones, a incendiar las piernas. En mi segunda vez que hago este circuito desde que empezó el entrenamiento el ánimo de carrera ya estuvo presente. Mario quedó rezagado pronto (para luego desaparecer), por lo que quedamos Guadi y yo. Palo y palo, cabeza a cabeza. Yo sintiéndome desfallecer y Guadi que no aflojaba. Me pasaba, la pasaba, y así. El entrenador, con precisión de relojero, indicando qué cambio poner para cada inclinación, cada tramo. Transpiramos mucho, sufrimos. Faltando poco para terminar la subida lo inesperado: "No puedo más", dice Guadi, "sigan ustedes". Sorprendido, sigo pedaliando mientras Gonza pega la vuelta para ver si Guadi se encuentra bien. Le recomienda que aliviane los cambios y siga adelante. Con la fuerza que da el hecho de sentir que a uno le queda resto, terminamos la subida. No me acuerdo los parciales, pero hasta la virgencita veniamos bien. Y nos lanzamos a la bajada. Estuve a medio milímetro de pegarme un palo en la curva antes del puente. Jugadísimos, intentábamos darle alcance al grupo de punta. Y entonces una nueva sorpresa: apareció el Tano, ahi, a cien metros. "Apretemos que lo tenemos", me animó mi entrenador. Y apretamos. Lo alcanzamos unos metros antes de llegar a la ruta, terminando un parcial con muy buen ritmo. Y en la ruta no zumbamos los tres. Gonzalo tiraba adelante, lo seguía el Tano y yo atrás, chupadísimo. Con la adrenalina de la velocidad y el empuje de los de adelante, casi no sentí el esfuerzo en este etapa. Hasta llegar a la última subida del kilómetro tres. Plato tres, toda la fuerza. Y la última sorpresa: el Tano afloja y se queda un poco más atrás. Incrédulo, pensando en el tiempo, apretamos con lo último que quedaba y llegamos al badén de la costanera. Tiempo: 53 minutos. Alegría, abrazos y una verdad revelada: "Venís con la rueda de atrás frenada, no te dije nada para que no te desmoralices". En efecto, la rueda descentrada golpeaba las pastillas de freno en cada vuelta. ¿Cómo era eso posible?¿Si la retiré de la biciletería el día anterior?¿Podía el excelente mecánico de bicicletas, el Señor Papichulo, haber entregado una bicicleta descentrada? Y entonces, la más terrible de las sospechas: el archienemigo, amigo personal de Papichulo, pudo haber metido la cola. Y entonces, el horror. ¿Sería posible que el mejor bicicletero del pueblo se dejara convencer por el archi para atentar contra mi rodado y afectar mi tiempo?¿Podría el archi haber comenzado con una serie de jugarretas ilícitas para impedir que mejore mis cronómetros? Desolados, y con la certeza de poder haber hecho por lo menos dos minutos menos con la bicicleta en condiciones, pegamos la vuelta. Yo, igualmente, muy satisfecho. El grupo de punta declaró un tiempo de 47m 07. Impecable. Y ahora que lo miro a la distancia, me doy cuenta del notable papel de Guadi y el Tano para darme ánimo. Seguro fue idea de mi entrenador. Primero, Guadi haciéndose la extenuada. Y después, el Tano esperándonos para que yo saliera a la caza, terminando por dejarme pasar para que sintiera esa cosa que tiene adelantar a alguien... ¡Gracias muchachos, ese es mi equipo! Hata Mariano simuló abandono... impresionante logística. Eterno agradecimiento.
Ya entrada la noche, recibo un llamado telefónico. El entrenador, que se había quedado preocupadísimo por el posible atentado a la bicicleta, había develado el misterio. El sábado, cuando retiré la bici de lo de Papichulo para llevarla hasta lo de Gonza, sucedió un acontecimiento insólito. En el cruce de la calle Sarmiento con Moreno me encuentro de frente con una chata F100 desvencijada. Yo me mando a cruzar, el ñato con la chata también, pero para mi sorpesa (ya que no tenía luz de giro) acelera y gira hacia mi. Para evitar ser atropellado aprieto los frenos que, con la precisa calibración de Papichulo, están más potentes que nunca. Doy el famoso giro de 360, paso por encima del manubrio, y caigo de lleno al asfalto. Palo vergonzoso, risas de los transeúntes, cierta pequeña humillación. Y fue ahí, en ese mismo momento, cuando la rueda trasera se descentró. Papichulo había hecho su trabajo con la excelencia que lo caracteriza. El archienemigo se mantiene en la rectitud moral de una rival que sabe respetar las reglas de juego. El buen nombre y la integridad de estas dos personas se restablece y queda intacta. Cual un Sherlock Holmes patagónico, el entrenador respira satisfecho, se despide, y se dispone a descansar con el alma tranquila. Hay honor en este mundo.
sábado, 10 de abril de 2010
Miradores de la Rosales (un privilegio)
Mañana Domingo almuerzo con el entrenador y seguramente ultimemos los detalles para esta semana. Dios quiera que me toque descanso porque las piernas no dejan de dolerme ni un solo día.
La mala noticia: el archi no corre. Cuánto lo lamento, estimado amigo, nos veremos las caras en la próxima carrera.
Tomás: tengo tus guantes, mañana te los dejo en la Abuela Ana que, dicho sea de paso, hace unas pastas extraordinarias. El último regalo de mi entrenador han sido unos guantes de ciclista espectaculares. ¡Gracias, Gonza!
viernes, 9 de abril de 2010
100% Fútbol
A ocho días de la North Face, ya no puedo hacer distancias largas, 21k, por ejemplo. La primera vez que corra tanto va a ser ese día. No sabemos si el archi la corre o no. Sería una lástima que se la pierda.
Para aquellos que siguen el blog y disfrutan los comentarios, notarán que hay un gran revuelo entre los columnistas. Vero quiere subir el Lanin, Ana y Ali están entrenando para el Tetra, Julián ya se anotó para el 2011, el archi que dice que le gana a Julián en un Arrayanes, Adry que cree que todo es una estrategia para comer un asado, y que se viene desde lejos para disfrutarlo, botín de plomo que escribe y escribe pero nadie sabe quién es y se anotó en la comilona, pero de correr nada... en fin, que yo solo quiero correr el Tetra, pero esto cada vez se pone más grande... espero nos juntemos todos en la llegada de la North Face, el sábado 17 de Abril, y Edu, a modo de adelanto, ya podría invitar aunque sea unas pizzas con cerveza... y si me gana, señores, PAGO YO. He dicho.
miércoles, 7 de abril de 2010
Faltan 10 días
Distancia: 6k
Tiempo: 39m 34s
lunes, 5 de abril de 2010
¡Feliz cumple, Archi! (Laguna Verde)
A partir de allí, la cosa se empezó a poner más dura. El paisaje ayudaba a pensar en otra cosa, y el aire frío me arrancaba definitivamente la gripe. Fuerte y animoso, llegamos aun primer mallín que ostentaba esa cosa de los escenarios fantásticos. Inevitable no tomar otras fotos:
Si hasta ahí me había parecido duro (cosa que disimulaba lo mejor posible) el bosque que siguió a continuación escondía subidas inverosímiles. Justo antes de la primera sucediron dos cosas inesperadas: Guadalupe se cayó de la bici, clavándose el manubrio en la boca del estómago, y Daniel y Mónica, por cuestiones de horario, anuncian que pegan la vuelta. Y yo ahí, viendo a Guada agonizar, a dos ciclistas entrenados -al pie de la intimidante subida- diciendo que se vuelven y al grupo entero conmocionado e indeciso. "Volvamos todos", quise decir. Pero Gonza, el entrenador, auxilia a guada y le da ánimos para que no se vuelva, para que continúe, cosa a todas luces imposible e irracional. Había que volver, a Guada le dolía todo. Nada. Los Mateu regresan, yo los veo partir con cierta envidia, y Guada se sube a la bici para encarar la subida. Primera de tres subidas mortales. Durísimas. Dejamos el corazón y los pulmones en las tres subidas, viéndonos obligados a caminar en ciertas partes (guada, guadi y yo). Le dimos duro y parejo y llegamos. Al portezuelo, a la parte alta, a la tranquera. Podíamos darnos por satisfechos o seguir a la laguna. Obvio, seguimos hasta la Laguna. Para Gonzalo y Tomás, mientras más sufrimiento, mejor.
Y a los pocos metros aprece un paisaje imponente, que pide nuevas fotos:
Entonces comienza una bajada impresionante, empinada y llena de piedras grandes. Al ver la pendiente le preguntamos al entrenador: "¿Tenemos que subir por acá?". Responde, seguro: "Sí, pero es super pedaleable". Y bajamos.
Pensando en Edu, y en su insitencia por disfrutar la vida, nos acomodamos a orillas del agua a tomar unos mates con facturas, rosca de pascua, galletitas y algunos chocolates. Delicias que luego del esfuerzo y con este telón de fondo, les aseguro, se disfrutan de una manera poco usual.
Y en un arrebato, en un momento por demás elevado, encontramos un trono de caña, allí, en el medio de la nada, al borde de la Laguna. A pesar de mi resistencia insitieron en nombrarme Rey de la Laguna y por alguna suerte de encantamiento no pude más que sentarme en el trono y ponerme a ejecutar bellas melodías con una flauta improvisada:
Luego de este momento idílico, tuvimos que subirnos nuevamente a las bicilcetas y encarar la subida, "super pedaleable". Fue tremendo, extenuante y difícil. Nos caimos, pinchamos cubierta, hubo lastimados. Pero la alegría embargaba nuestros corazones. Esa sensación de haber llegado, de haber estado allí, de haberlo logrado. Un atardecer con el Lanin de fondo, en una jornada que tiene que ver con prepararse para el Tetra, pero que encierra mucho más. Tardaré, seguramente, unos cuantos días en asimilar lo vivido, en comprender lo aprendido.
Se cierra la jornada en la fiesta de cumpleaños de Edu, en Piscis. Empanadas exquisitas, pizzas deliciosas y una cerveza Corona helada que nos deleitó sobremanera. Con el relato del día vivido, al archienemigo le comenzó a dar miedo. Está asustado. Sospecha que podré correr el Tetra. Al parecer, está averiguando la sede de la fábrica ACME para comprar artilugios que me detengan durante la carrera. La única manera de que no llegue es que me saquen en camilla. Y el archi comienza a comprenderlo...
¡Salud, archi, he aqui mi regalo de cumpleaños!