En eso consiste correr el Tetra, cada vez estoy más convencido. Muy cerca de la fecha y con varios meses de entrenamiento encima no encuentro en la parte física los cambios más importantes. En los tiempos que corren la fuerza y el estado físico no son vitales para nuestra sobrevivencia . No noto, en lo cotidiano, un cambio sustancial por el hecho de tener más aire y un poco más de fuerza en las piernas. Muy por el contrario, en los momentos en los que adquirí el ánimo correcto, mi manera de ver el mundo sufrió cambios insospechables. De hecho, lo que me preocupa luego de estos días de vacaciones no es el estado físico sino el estado anímico. Estado que de ninguna manera se adquiere con frases positivas o pensamientos motivadores. El estado de ánimo correcto se adquiere entrenando: corriendo, remando, andando en bici y, supongo, esquiando. Lo que se transforma con la actividad física no sólo es el cuerpo, te cambia la cabeza. Y puedo decir que he encontrado en este cierto estado de ánimo en el que consiste correr el Tetra un fuente clara de felicidad. Indudablemente el más sorpresivo y valioso hallazgo de toda esta locura.
Por otro lado, desde ayer que está nevando. Y sin el ánimo correcto (dejado atrás en las notables calles de Buenos Aires) salir a entrenar se me hace de lo más absurdo. Ayer fue gimnasio y fútbol suave. Hoy toca correr y andar en Kayak. Siempre que me adelanto a lo que debo hacer suelo no cumplirlo. Espero que hoy no ocurra esto. Veo nevar por mi ventana y sólo espero recuperar lo que he perdido. Porque, repito, no cabe duda: correr el tetra es un cierto estado de ánimo.
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